Lachi fue el apodo que tuve desde bebé, hasta los 7 años. Mi mamá me cantaba una canción que en alguna parte decía “la lauchita”y como mi hermano mayor, no podía decir lauchita, me bautizó “Lachi”.

Recuerdo que en esos primeros años jugaba a hacer muñequitos de tela, cosía ropa para las muñecas, y con retazos que le quedaban a mi mamá (que toda su vida cosió y sigue haciendolo), hacia billeteras y bandoleras. También recuerdo ir a la textil , y disfrutar del olor a telas, la acústica especial qué habia, el silencio de ese lugar, los colores, las reglas de madera, y el sonido de la tijera cortando tela, ver a las personas que trabajaban ahi doblarlas...ese mundo, me atraía, me encantaba. Esos recuerdos los tuve olvidados, así como la costura. Hace unos años deje de lado la arquitectura, que me sigue gustando, y mucho, pero definitivamente pertenezco a este mundo textil. Volví a ser Lachi y disfrutar otra vez de ese mundo. Me desvela diseñar y pensar juguetes. Cambié planos por moldes, maquetas por muestras, casas y edificios por juguetes. ¿Sería algo así como una arquitecta de juguetes?.